El cuerpo humano posee el sistema vascular o sistema circulatorio encargado de transportar la sangre y linfa a los diferentes tejidos de nuestro cuerpo, llevando oxígeno y nutrientes.
Está compuesto por arterias, venas y capilares competentes, además dentro de estas estructuras existen válvulas que permiten enviar la sangre de forma eficiente desde las extremidades inferiores al corazón.
En la insuficiencia venosa el retorno venoso se encuentra dificultado, de manera que las venas no pueden enviar la sangre, provocando síntomas y signos molestos.
Los síntomas más comunes que podemos observar son:
- Pesadez en las piernas
- Extremidades dolorosas
- Edema o inflamación
- Cambios en la coloración de la piel
- Prurito u hormigueo.
El sedentarismo es un factor de riesgo importante para que se produzca la enfermedad, al igual que ser del sexo femenino que según estudios es hasta 5 veces más frecuente que en el sexo masculino. En los adultos mayores también puede aparecer por pérdida de la elasticidad del vaso, el factor genético que no es modificable, entre otras.
Para que las venas se puedan contraer con mayor facilidad y la sangre pueda retornar a su destino los ejercicios son necesarios porque ayudan a mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los músculos de las piernas.
Recomendamos el hacer actividades como es: Caminar, montar bicicleta, nadar, son ejercicios que pueden ser realizados sin excesiva intensidad si ya está la patología instalada.
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