En el mundo del ciclismo, el entrenamiento ya no se basa solo en horas sobre la bicicleta o en la sensación de las piernas al final de una ruta
Con la tecnología avanzada de hoy, tenemos acceso a una gran cantidad de datos que nos ayudan a entrenar de manera más inteligente, eficiente y efectiva.
Una de las herramientas líderes en este ámbito es TrainingPeaks, que ofrece métricas detalladas para analizar y planificar el entrenamiento. Pero, ¿qué significan realmente todas estas métricas y cómo pueden ayudarte a mejorar como ciclista? En este artículo, les mostraré algunas de las métricas clave de TrainingPeaks, proporcionando ejemplos claros para que puedas comprender y aplicar esta información en tu propio entrenamiento
Training Stress Score – TSS:
El TSS cuantifica el estrés de un entrenamiento basándose en la duración y la intensidad. Por ejemplo, un entrenamiento de una hora al 100% de tu FTP resultaría en un TSS de 100. Sin embargo, si haces una salida de dos horas al 50% de tu FTP, también obtendrás un TSS de 100.
Performance Management Chart (PMC):
El PMC muestra cómo el entrenamiento está afectando tu forma física (CTL), fatiga (ATL) y estado de forma (TSB). Por ejemplo, si has estado entrenando duro durante 5 semanas y luego tomas una semana de descanso, verás que tu CTL ha aumentado, tu ATL disminuye durante la semana de descanso, y tu TSB se vuelve positivo.
IF (Intensity Factor):
El IF nos da una idea de cuán duro fue un entrenamiento en relación con el FTP del atleta. Si después de una carrera de 90 minutos encuentras que tu potencia media fue del 85% de tu FTP, tu IF sería 0.85.
CTL (Chronic Training Load):
El CTL es una media ponderada del TSS diario durante las últimas seis semanas. Si has estado entrenando consistentemente y acumulando un TSS diario de 70 durante seis semanas, tu CTL se acercará a 70.
ATL (Acute Training Load):
El ATL refleja tu nivel de fatiga, calculando el promedio de TSS diario durante la última semana. Si has tenido una semana particularmente dura con un TSS diario de 100, tu ATL se acercará a 100.
TSB (Training Stress Balance):
El TSB es la diferencia entre el CTL y el ATL. Si tu CTL es de 70 y tu ATL es de 100, tu TSB sería -30, indicando que podrías estar en riesgo de sobreentrenamiento.
NP (Potencia Normalizada):
La NP es una medida que refleja la potencia que un ciclista mantuvo durante un entrenamiento, teniendo en cuenta las fluctuaciones en la potencia. En una carrera con muchos ataques y descansos, podrías tener una potencia media de 200W pero una NP de 230W.
Vi (Índice de variabilidad):
El Vi compara la potencia media con la potencia normalizada. Si tu potencia normalizada es de 230W y tu potencia media es de 200W, tu Vi sería 1.15.
Pw:Hr o Pa:Hr:
Esta métrica compara la potencia con la frecuencia cardíaca. Si en un entrenamiento mantuviste una potencia media de 250W y tu frecuencia cardíaca media fue de 150 latidos por minuto, tu relación Pw:Hr sería 1.67.
EF (Factor de eficiencia):
El EF compara la potencia con la frecuencia cardíaca durante un entrenamiento prolongado y constante. Si durante un entrenamiento de resistencia mantienes 200W con una frecuencia cardíaca de 140 lpm, y unas semanas después mantienes los mismos 200W pero con 135 lpm, tu EF ha mejorado.
Grade (Grado):
Es la inclinación de una carretera o sendero. En una ruta de ciclismo, podrías enfrentarte a una subida con un grado del 8%, lo que significa que por cada 100 metros que avanzas horizontalmente, asciendes 8 metros verticalmente.
VAM (Velocidad de ascenso en M/H):
El VAM mide la velocidad vertical durante una ascensión. Si escalas 600 metros en una hora, tu VAM sería de 600 m/h.
W/Kg (Vatios/kg):
Es una métrica crucial en el ciclismo que compara la potencia que un ciclista puede generar con su peso. Si un ciclista de 70 kg puede mantener una potencia de 280W durante un esfuerzo sostenido, su relación W/kg sería de 4 W/kg.
Conclusión:
El ciclismo, como muchos deportes en la era moderna, ha evolucionado más allá de la simple acción de pedalear. Con herramientas como TrainingPeaks, los ciclistas tienen ahora a su disposición un arsenal de datos que, cuando se interpretan correctamente, pueden ser la diferencia entre un buen día en la bicicleta y alcanzar su máximo potencial. Estas métricas, aunque pueden parecer abrumadoras al principio, son esenciales para comprender el rendimiento, la recuperación y la preparación. Al familiarizarse con ellas y aplicarlas en la práctica, cualquier ciclista, desde el aficionado hasta el profesional, puede beneficiarse enormemente. En última instancia, es la combinación de pasión por el deporte, dedicación al entrenamiento y la inteligente interpretación de los datos lo que lleva a un ciclista a la cima de su juego.
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