Para Francisco Valerio, presidente de Bicicentro, montar una bicicleta va más allá de pedalear. Lo define como ecología, protección al medio ambiente y salud.
Cuenta que su vida siempre ha girado en torno a las bicicletas, ya que ha formado parte de su trayectoria. “Yo nací enganchado en una bicicleta”, recuerda al detallar que este tipo de negocios viene de familia. Al momento de su nacimiento, su papá tenía nueve años con una tienda de bicicletas.
Tal ha sido el impacto del mundo del ciclismo en la vida de don Francisco, que cuenta que a su esposa, la conoció precisamente en una competencia en Venezuela.
Este padre de tres hijos, detalla que ellos han seguido los pasos de la familia en el mundo de las bicicletas. Rosalba, una de sus hijas, ha sido una “fiebrua” del ciclismo desde que era una niña de apenas ocho años. “siempre muy entusiasta e involucrada, siendo muy pequeña quería andar con nosotros. Ella compitió en los Juegos Panamericanos de 2015 en Brasil”, cuenta emocionado.
Como padre se siente orgulloso de que sus hijos formen parte de la tercera generación de ciclistas de la familia Valerio.
Sobre su experiencia personal en el mundo de las bicicletas, recuerda que inició desde el renacer del ciclismo que fue a raíz de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en el país en 1974. Cataloga el repunte del ciclismo en República Dominicana en este año.
Sobre la llegada de la bicicleta “mountain bike” o de montaña al país, don Francisco detalla que la misma se remonta a los años 1991 o 1992. Al hablar de los retos que enfrentó esta modalidad al llegar a la República Dominicana, señala que fueron los mismos que confronta toda disciplina nueva cuando surge; que la gente la conozca, se entusiasme, se identifique con ese tipo de deporte.
“A diferencia del ciclismo de ruta, el de montaña o “mountain bike”, tiene la particularidad que es un ciclismo que se hace mucho en comunidad. El primero no tiene eso en cuenta, va más enfocado a las competencias y a ganar.
“En cambio, en la de montaña, se comparte incluso fuera de la bicicleta, se crea una especie de hermandad y hay una gran comunidad”, señala.
Actualmente, entiende que la práctica de este deporte ha llegado a alcanzar gran acogida, donde solamente en la provincia de Santiago existen más de 30 grupos, no obstante, en el ámbito profesional, Francisco Valerio, expresa que el presupuesto del ciclismo no es suficiente.
Bajo la necesidad de expandir, organizar y conocer otros equipos que montan bicicletas de montaña, este apasionado del ciclismo junto a Raik Vásquez, Jhon Figueroa y Milton Fernández, a principio de los años 90 crearon la primera Comisión Nacional de “mountain bike” de la República Dominica, siendo para Valerio…
“una experiencia positiva, ya que se ha profundizado más la práctica de este deporte”.
Es por esto, que invita a todos los interesados y amantes a las bicicletas, a que formen parte del ciclismo y así podrán vivir nuevas experiencias y descubrir lo que el ciclismo puede hacer en sus vidas y su estado de ánimo.
A pesar de los años, la pasión por este medio de tierra, para Francisco Valerio, no ha desaparecido, aunque no con la misma intensidad, él expresa que “continua disfrutando del andar en bicicletas a través del ciclismo recreativo”.
Sobre BiciCentro BiciCentro
Nace de una tradición familiar que inicia en 1949 cuando Rafael Valerio, padre, abre la primera tienda de bicicletas en el país, denominada La Casa del Ciclista, en la ciudad de La Vega. Ese mismo año, con apoyo de otras personas funda el Club de Ciclismo Vegano. Actualmente, “Bici Centro se ha convertido en la pionera de la era moderna, resultando ser una de las tiendas con una excelente promoción y gran visión” dijo Francisco Valerio hijo.
Gracias a las ayudas de diferentes instituciones y personas, cada año BiciCentro y su fundación Bicicletas para Educar, dona parte de sus ganancias y premian con una bicicleta, a estudiantes meritorios de comunidades rurales del país.
Este emprendedor, que ha encontrado un nicho de negocio en el deporte que le apasiona, entiende que en el ciclismo al igual que otras disciplinas deportivas, si se practica con responsabilidad y se conoce a profundidad, puede generar un cambio de estilo de vida, que abarca desde el estado físico hasta el familiar.
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