En nuestro país tenemos la Ley 22-00 sobre propiedad industrial, con dicha ley nace la Oficina Nacional de Propiedad Industrial y en ella se registran los diferentes nombres comerciales, marcas, lemas y patentes de invención. Para que nuestra ley se acogiera al Tratado de Libre Comercio que unió a Centro América y a la República Dominicana con México, Estados Unidos y Cánada debió ser modificada ya que los tratados internacionales tienen rango constitucional y es ahí que nuestro congreso aprueba la Ley 424-06 modificando la Ley 22-00, y entre muchas modificaciones se aumentaron las penas por violación a dicha ley, anteriormente las multas podían ir entre 1 y 50 salarios mínimos, luego de la modificación puede llegar desde 50 hasta mil salarios mínimos, aparte de las condenaciones de prisión de 6 meses hasta 3 años.
He decidido hacer este artículo a los fines de crear conciencia entre la población ciclista ya que en nuestro país todo se toma muy a la ligera cuando de propiedad industrial e intelectual se trata. La gente debe entender que esto es un delito que puede traer consecuencias para su persona si usted se dedica a comercializar marcas que tienen su registro a nivel local e internacional.
El fenómeno del “Padre Familismo” lleva a la gente a hacer cosas indebidas sólo con la excusa de que se está trabajando “honradamente” y usted no puede hacer negocio con la propiedad de otro. Llevar una marca a un sitial que ya sea objeto de plagio o falsificación conlleva mucho esfuerzo y recursos, lleva años desarrollar un proyecto que sea exitoso y una vez logrado ese éxito no puede usted graciosamente pretender lucrarse del trabajo, esfuerzo e inversión de otra persona.
Como abogado he hecho varios registros de nombres comerciales a diferentes tiendas y organizaciones sin fines de lucro como es el caso de la Comisión Dominicana de Mountain Bike y Ciclismo Huella Verde y para ponerles un ejemplo después de haber concebido este último nombre “Huella Verde” (y hasta jerseys ya habíamos hecho) nos encontramos que una empresa minera ya tenía registrado un nombre comercial similar para una campaña de concientización que ellos llevaron a cabo.
Para poder formalizar dicho registro debí ubicar dicha empresa, contactar a su departamento legal y solicitarles formalmente la no oposición a que nuestro nombre se registrará, lo cuál debió ser aprobado por la directiva de dicha empresa. Este relato lo hago para que entiendan el nivel de protección que se tiene según nuestra ley.
De las marcas que he registrado relacionadas al ciclismo la que más conflictos ha generado sin duda es la marca Montecci de nuestro amigo Henry Francisco, una vez alguien compró un cuadro genérico en carbón, mandó a pintar su bicicleta y como no tenía marca él decidió que le iba a poner una marca y la que le gustó fue Montecci, nuestro amigo Martín Olivo inocentemente subió una foto de dicha bicicleta a redes sociales y de inmediato se encendieron las alarmas porque el cuadro era obvio que no era un original por el diseño.
Debimos ubicar al dueño de la bicicleta que estaba en total desconocimiento ya que había comprado de segunda mano la bicicleta a quien tuvo la idea de poner un nombre ajeno en dicho cuadro. Fue un hecho que hasta mal nos hizo sentir porque ninguno de los involucrados estaban al tanto de que estaban violando la ley y no lo hicieron de mala fe; pero lamentablemente tuvieron que remover el nombre Montecci de ese cuadro. En este caso todo se soluciono amigablemente porque no se estaba comercializando el nombre.
Recientemente tuvimos un caso donde unas personas sí se estaban lucrando del nombre Montecci vendiendo ropa falsificada y hasta una tienda virtual en Instagram tenían. Se hizo toda una investigación, se recolectaron pruebas suficientes y se instrumentó una querella a través de la Fiscalía Especializada se Delitos de Alta Tecnología y fueron convocados a una vista conciliatoria.
Nuestro interés nunca fue que se condenaran estas personas; sino que entendieran que la marca Montecci tiene dolientes en el país y que habían provocado un daño enorme a la marca, primero porque afectaron sus ventas ya que vendían por una fracción del original y por otro afectaron la imagen de la marca ya que esos productos no tenían la calidad del original y eran vendidos como tales. Al final llegamos a un acuerdo y debieron entregar toda la mercancía que tenían para ser decomisada y comprometerse a no volver a comercializar la marca. Perdieron un dinero y pasaron un muy mal rato.
La otra parte que quiero tocar con el tema de las falsificaciones es la alta presencia de cuadros falsificados en el mercado, principalmente de dos marcas: Pinarello y las S Works de Specialized. Como nadie le tira piedra al árbol que no da frutos, fíjense cuáles son las marcas afectadas, marcas que tienen precios inalcanzables para muchos ya que sobrepasan la decena de miles de dólares y en este caso no me preocupa tanto el daño que hacen a esas marcas porque quizás los dueños ni siquiera saben que República Dominicana existe; pero ningún cuadro falsificado es sometido a las pruebas de stress rigurosas que hacen los fabricantes originales, algunas copias son tan buenas que hay que ser un experto para detectarlas; pero si un cuadro de esos falla y se quiebra usted yendo a alta velocidad en una carretera, eso va a poner en riesgo su integridad física y hasta su vida. Así mismo hay cascos falsificados, que no le van a proteger su cabeza y lentes que pueden dañar su visión.
Fíjese que siempre son las marcas más caras las falsificadas porque los que las hacen apelan a las pretensiones y vanidades del ser humano, la gente quiere tener lo que no puede comprar y por eso existe la falsificación.
Mi consejo es nunca sea pretencioso con algo que pueda poner en juego su seguridad, sea más modesto y compre productos originales ya que todas las marcas tienen diferentes modelos que pueden ajustarse a sus posibilidades.
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