…y cómo la bicicleta puede salvar su vida
Siempre he sido una persona relativamente saludable, no recuerdo estar interno, sólo cuando niño por los problemas de asma que sufría hasta que nos mudamos de las cercanías de la cementera, en 1975 ese calvario del asma se acabó y las pocas veces que he estado interno ha sido por cirugías, todas electivas.
Cuando comenzó la pandemia, que no había información alguna, no nos quedó más opción que quedarnos en casa, era lo único que nos decían e imagínese para usted lo que significa para una persona que tiene más de 15 años montando bicicleta casi a diario tener que quedarse en la casa, recuerdo que incluso hasta PapaMofin, mi querido hermanito Kelvin Castillo, nos puso de mojiganga a un grupo a hacer un video para motivar a los ciclistas a que se quedaran en casa y él fue el primero que luego salió con un ride en Strava, se pueden imaginar el lío ¡poble PapaMofin!
Un grupito decidimos usar los días sin trabajo para irnos a montar para el Higüero, evitamos el sitio habitual, El Primaso, para evitar aglomeraciones e hicimos de Los Tablones nuestro centro de reunión para montar, existían las voces que decían ¨ustedes se andan buscando un problema; no es que se le vaya a pegar el virus, se pueden caer y terminar en una emergencia¨, hicimos caso omiso porque si en algo coincidía todo el mundo era que había que hacer ejercicio, preferiblemente al aire libre y exponerse al sol por aquello de la vitamina D que es vital para el sistema inmune y así lo hicimos desde el año pasado y ninguno del grupo ni ningún familiar se había contagiado desde entonces con el dichoso COVID.
Transcurrido todo un año de pandemia ya, uno realmente mantenía la precaución exigida; pero nunca tuve miedo, siempre dije que estaba preparado para una situación como esta por mi forma de ser, hace mucho que detesto los sitios aglomerados, siempre he sido maniático con la limpieza y el lavado de manos por mi pasado hotelero, siempre he tenido desinfectantes en gel y spray en la casa y en la mochila de hidratación siempre cargaba unas Manitas Limpias cuando nadie andaba en pánico usando alcohol para limpiarse las manos y todo el que ha montado conmigo sabe la embadurnada de Repelengue que siempre me doy para evitar los mosquitos y su dichoso Dengue (te di dos mentions Ludwig, sería bueno que te pongas presente con Revista Ruedas) y sobre todas las cosas estaba consciente de la necesidad de mantenernos haciendo ejercicio con nuestras bicicletas, por eso nunca dejamos de usarla y eso nunca intervenía con el dichoso toque de queda que era lo que tenía a la gente loca, nosotros felices con nuestras bicis y unas cervezas luego del monteo y cada quien en horario para su casa.
Bueno pues les cuento que a principios de este mes dice Claudine, una amiga del grupo que nos habíamos juntado el día anterior en casa de la Dra. Jhoanny Olivares, mi entrañable amiga y alma del grupo, que su hijo estaba positivo y que ella negativo, yo estuve sentado a su lado hablando un rato; pero no le di mente porque ella estaba negativo, al otro día dice que está positiva y que tiene síntomas, eso fue un miércoles, pasan los días y yo estoy como si nada, el viernes me junto con los muchachos donde los Alemanes, par de cervezas, el sábado nos vamos a montar, luego las cervezas, todo normal.
El domingo me levanto con síntomas de gripe; pero para nada me pienso quedar con esa fiebre de usar mi Kona eléctrica y no me sentía tan mal y me fui a montar, hago mi monteo sin problemas, me tiro fotos con la Dra. en los Bambú, cuando terminamos entre el malestar y que encontré mi guagua con una goma pinchada dije me voy de una vez, llego a mi casa y me da fiebre y hasta diarrea, me levanto con el mismo malestar el lunes y de una vez me voy a Referencia y me hago la prueba de COVID para descartar porque yo estoy seguro que es una gripe que estaba por agárrame hacía días y atento a té de cúrcuma la espantaba, me fui a la cama con toda mi calma porque al otro día cuando me dieran el resultado sabía que iba a estar negativo porque eso era una gripe…¿GRIPE? ¡POSITIVO! Lo primero que hago es que lo suelto en el chat del colegio, mi mejor amigo y socio César, que había estado positivo junto con su esposa hacía como un mes, se activa, me consigue por Whatsapp dos recetas una para analítica de sangre y otra para una tomografía de pulmones, se aparece en mi casa a traerme un dinero de una bici que le compró a su esposa y me trae un oxímetro para que me mida el nivel de oxígeno en sangre, a todo esto yo estoy como una tusa porque en mi familia tenemos la sangre fría como un maco y no nos andamos espantando por cualquier cosa, mi hermano Cesar por otro lado es todo lo contrario, su madre siempre dice que ella prefería que se le enfermaran sus otros 4 hijos juntos antes que él sólo; pero cuánto le agradezco que haya sido como es y actuara con tanta diligencia.
Comunicó en el chat de Huella Verde que estoy positivo y que me tengo que hacer una tomografía, en eso Genoveva Brea que somos de ese grupo de ciclistas que velamos por el medio ambiente me dice “Vete a CENTRIMED el sitio es bueno y ahí se mueve rápido, voy a llamar para que te atiendan y te den los resultados de una vez ̈, Ya la madre de mis hijos me había hecho una cita con la Dra. que atendió a su hermana en Hospiten que también había estado interna. Me hago mis análisis y mi tomografía el martes y llegó a Hospiten donde la Dra. Cruz Reyes el miércoles, cuando me pregunta a qué se debe mi consulta le digo que estoy positivo por COVID y de inmediato le digo aquí tengo analítica de sangre y una tomografía, ahí me mira de reojo con cara de ¨ya llegó uno de estos que cree que sabe más que uno¨ y me dice ¨¿quién le dijo que se hiciera una tomografía?¨, le respondo que mi mejor amigo me consiguió la receta porque ya él había tenido la experiencia y quería que llegara lo mejor preparado donde ella, entonces me pregunta que cuándo me sentí mal y le digo que el domingo a lo que me responde que en la tomografía no se ven signos tan pronto, que normalmente es después de los 5 días y apenas habían pasado dos y que eso iba a haber que repetirlo, de cualquier manera ella me pide la tomografía y cuando la ve abre los ojos y me dice ¨usted ya tiene neumonía en ambos pulmones, usted no está mal desde el domingo usted debe estar mal desde el jueves pasado ¿usted no sintió nada?¨ Me manda un tratamiento porque no tengo signos de debilidad; pero me advierte que si hago fiebre tendrá que internarme. Arranco mi tratamiento el jueves, desaparece la fiebre, el malestar general, sólo quedaba la dificultad para respirar producto del compromiso que ya tenían los pulmones, estoy muy positivo porque todo evoluciona de manera satisfactoria, debo volver el miércoles; pero el martes en la noche fiebre de 38…
Llegó el miércoles y le digo que todo bien pero que me dio una ¨fiebrecita¨ anoche, HAY QUE INTERNARTE me dice, yo pongo cara de ¨¿enserio?¨y ella me dice sí, te lo advertí , eso indica que la neumonía no está cediendo, cosa que ya había confirmado con una segunda tomografía, y hay que cambiar los medicamentos a inyectados y para eso debes estar ingresado, sin mediar palabras me da una orden de internamiento y me dice vete a emergencia que te den una habitación, ya coordiné con la infectóloga que ella le está dando el alta a un paciente y esa habitación es para ti. Arranco para emergencia con mi orden y al rato me dicen que no hay habitaciones porque sucede que había otros médicos con pacientes esperando también, le explicó al de emergencia que la Doctora ya había coordinado y que había una para mí a lo que el joven que está ahí me dice que la coordinadora de las habitaciones es la que sabe, ¡ahí se me cruzaron los apellidos y levanté la voz y dije ¡MIRE EN PARTE LA QUE COORDINA MANDA MÁS QUE UN MÉDICO Y YO NO ME VOY A MOVER DE AQUÍ! Me quedo parado ahí con cara de machete y pocos amigos. En eso me acuerdo de Yane, Yaneica Durán es una amiga que es triatleta que trabaja en Hospitén, le escribo y le explico mi situación, comienza a hacer gestiones, en eso me escribe Esmarlin que es una amiga entrañable del ciclismo que siempre saca tiempo para estar pendiente de todos y me dice ¨voy a hablar con Donald¨ el Dr. Donald Casso que es emergenciólogo en Hospitén que también monta bicicleta, Casso se comunica conmigo y me dice que había salido de su turno, que le mandaron mi tomografía y que mis pulmones estaban mal que no me fuera que él también estaba haciendo gestiones para conseguir una habitación, ya a las 4pm me pidieron seguro y cédula y ahí me calmé y me senté, me explicaron que se habían desocupado dos habitaciones pero la primera obligatoriamente tenía que ser para una persona que estaban sacando de cuidados intensivos que tenía prioridad, la próxima sería la mía, 6pm ya estaba en mi habitación exhausto por la espera y el malestar del enfermedad.
El jueves llega a Hospitén Francis que es del grupito de monteo de los sábados, se había vacunado y comenzó con síntomas, fiebre, perdió el olfato y el gusto y comenzó la dificultad para respirar con todo y que una prueba le decía que estaba negativo, la misma Dra. Cruz Reyes lo atiende pero tiene que despacharlo porque no hay habitaciones. El viernes temprano la Doctora pasa visitas y le digo ayer vino un amigo mío, me dice ¨sí lo vi, está igual que tú tiene los dos pulmones comprometidos¨, a seguidas le digo a la Doctora que mi habitación tiene espacio para dos camas, que mande a poner una cama, ella accede, le digo a Francis que volvió en la mañana que no se vaya y que tenga paciencia que no se mueva, ya en la tarde estaba interno junto conmigo, seguimos comentando en el chat y nos informan Eddy que está positivo también pero con síntomas leves, Rodrigo comenzó con un cuadro similar también después de haberse vacunado, Teddy también dice yo también estoy cogió y luego nos enteramos que Gustavo que monta con nosotros a veces estaba también interno, en total éramos 7 relacionados del grupo que estábamos positivos, 3 internos y 4 con síntomas de neumonía.
Les hago todo este relato porque las palabras que no se me salen de la cabeza fueron dichas por la Dra. “De no haber sido por el ejercicio que ustedes hacen en esas bicicletas su cuadro era para estar en unidad de cuidados intensivos porque ustedes al parecer tienen la cepa más agresiva de todas, sus neumonías avanzaron de manera silente y agresiva, la bici los salvó de algo mucho peor” Así mismo me he tomado la libertad de mencionar a todas las personas involucradas porque de alguna manera están involucrados en el ámbito del ciclismo y facilitaron que todo se diera de la manera más diligente posible, desde César que consiguió las recetas, Genoveva que me facilitó los resultados de la tomografía, Yaneica que se movió para conseguir la habitación, junto con la llamada oportuna de Esmarlin y el contacto con el Dr. Casso, todos tienen algo que ver con el ciclismo, amigos que me han dado la bicicleta y entre la bicicleta y esos amigos nos evitaron una situación difícil a Francis y a mí.
Sólo me queda darles las gracias a todos los involucrados y advertirles a todo el que pueda leerme que sepa que la situación actual no es la del año pasado, que el COVID que hay hoy no es el del año pasado, está cayendo gente joven, en perfecto estado de salud, se nos había dicho que si los diabéticos, que si los hipertensos, que si los muy mayores, que si los que tenían cáncer; pero yo no tenía nada de eso, Francis menos que es más joven que yo y ni siquiera una cerveza se toma, y así ha ido cayendo gente que uno conoce, incluso adolescentes haciendo síntomas, no bajemos la guardia, vacúnese los que no se hayan vacunado y aún vacunados mantengan la distancia y la prudencia que esto va a pasar; lo que nunca nunca debemos hacer es dejar de ejercitarse en nuestras bicicletas porque la bici y los amigos de la bici nos salvaron de una situación más difícil con el COVID.
Gracias de nuevo a las Doctoras Cruz Reyes y Coronado de Hospitén por sus profesionalísimas atenciones, a Cesar, a Genoveva, a Yane, a Esmarlin a Donald por su oportuna intervención.
¡Gracias totales!
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